En los últimos cinco años, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Puebla ha abierto 125 expedientes por la extracción ilegal de pozos de agua, pero solo el 39% de los casos resultaron en sanciones. Esta falta de acción refleja la debilidad institucional de Conagua y contribuye a problemas ambientales y sociales graves.
Desafíos Ambientales y Sociales
La baja aplicación de sanciones por la perforación ilegal de pozos de agua en Puebla tiene consecuencias preocupantes. Expertos como Aura Elena Moreno Guzmán, del Tecnológico de Monterrey, advierten sobre los impactos ambientales de esta práctica. La falta de recarga de mantos acuíferos y la sobreexplotación del vital líquido agravan el estrés hídrico en la región, aumentando la probabilidad de sequías irreversibles y daños al suelo.
Impacto Económico y Social
El impacto económico se siente en los hogares, con el aumento de costos en servicios como el abastecimiento de agua por pipas. María Eugenia Ochoa García, de la BUAP, estima que en Puebla se gasta 12 veces más en servicios de pipas y agua embotellada que en la concesión del agua. Esta situación afecta especialmente a comunidades vulnerables.
Impunidad y Riesgos
La impunidad en estos casos desmotiva la denuncia ciudadana y pone en riesgo a quienes defienden el agua y el territorio. Además, el subregistro de casos denunciados sugiere una realidad aún más grave de la que se informa oficialmente.
El Rol de la Ciudadanía
A pesar de estos desafíos, la ciudadanía ha mostrado su compromiso con la defensa del agua. Recientemente, la comunidad de San Miguel Xoxtla logró evidenciar y detener la excavación ilegal de un pozo de agua por parte de una empresa de transporte. Sin embargo, persiste la preocupación de que las clausuras sean solo una simulación, como en el caso de un pozo en San Andrés Cholula.
Acciones Urgentes y Soluciones
Es crucial que las autoridades tomen medidas urgentes para frenar la extracción ilegal de agua en Puebla. Regular las fuentes que abastecen las pipas de agua, controlar los costos y garantizar la calidad del servicio son pasos fundamentales. Además, es necesario reconocer y apoyar a los comités comunitarios que luchan por la defensa del agua y el territorio.
En conclusión, la extracción ilegal de agua en Puebla es un problema complejo que requiere atención inmediata y acciones concretas por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto. Ignorar este delito solo agrava los desafíos ambientales, sociales y económicos a los que se enfrenta la región.