Su corazón dejó de latir este viernes 2 de abril; con ella estuvo su familia, murió en casa, tranquila y en paz. En su último artículo a sus seguidores les da las gracias por acompañarla a lo largo de su carrera
En compañía de sus hijos y seres queridos, el día de ayer, viernes 2 de abril, en completa calma, tranquilidad y en casa, falleció la gran Chepina Peralta.
La noticia fue dada a conocer al equipo deGastrolabde El Heraldo de México por su yerno, Jorge Fernández de Lara, quien aseguró que su muerte se debió a causas naturales y a su edad, 90 años cumplidos el pasado 20 de octubre.
Debido a la situación que se vive por la pandemia, la familia mantendrá todos los servicios funerarios de forma privada, sin embargo, es de suma importancia para ellos hacer saber a todos los seguidores de Chepina, que ella los amaba y siempre los tenía presentes, incluso en sus últimos momentos de vida.
En su último artículo publicado el pasado viernes 12 de marzo en esta, su casa editorial, Gastrolab, Chepina escribió:
“Ha venido a mi corazón un sentimiento de gratitud y me ha hecho pensar en todas las personas con las que me he encontrado en el camino de mi vida. Los compañeros de mi trabajo, directores de cámaras, camarógrafos, floor managers, utileros, iluminadores, escenógrafos, guionistas, asistentes personales, patrocinadores. Cuántas personas que participaron en mis programas de televisión y, lo que sale de mi corazón es decir, Gracias.
A mi familia que me ha apoyado en todo momento y, de todas formas, sin ellos no hubiera tenido este maravilloso recorrido tan lleno de cosas tan interesantes y maravillosas. Gracias.
Esto que me ha movido para expresar mi gratitud, ha despertado en mí una sensación de compañía y me ha hecho reflexionar sobre la importancia de expresar el agradecimiento porque induce a que las cosas buenas que tenemos en la vida tomen su justo valor.
Los quiero invitar a que hagan un recorrido por su vida y vean qué cosas hay que agradecer. En este entorno que nos está tocando vivir y que pareciera que todo fluye en contra, rescatemos lo más elemental y a partir del reconocimiento de esto como pudiera ser el respirar, podremos ir rescatando todo lo grato que está sucediendo y entonces daremos gracias por la vida, por el ver y apreciar todo lo multifacético que tenemos alrededor nuestro: el cielo, el movimiento de la rama de un árbol, el viento, el caer de una hoja o el volar de un pájaro, hará que reconozcamos lo mucho que tenemos para agradecer y al hacerlo, sentiremos como se llena nuestro corazón y dejará cada vez menos espacio para aquello malo que sucede a nuestro alrededor o que poco a poco tenderá a reducirse.
Por último, gracias por este espacio que me permite mantener esta compañía con tanta gente que tanto quiero y que me ha acompañado y no ha dejado que me sienta sola. Amigas, amigos, nos vemos la próxima y … que usted la guise bien”.
Foto: El Heraldo de México
Por: Redacción/El Heraldo de México